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La oración que repetimos en la Santa Misa :
“ Danos hoy nuestro pan de cada día” nos obliga a hacer todo lo posible en colaboración con otras instituciones para que disminuyan en el mundo las situaciones indignas del hombre. Las instituciones eclesiales de beneficencia , en particular CARITAS, en sus diversos ámbitos, desarrollan el precioso servicio de ayudar a las personas necesitadas, sobre todo a los más pobres. Estas instituciones, inspirándose en la Eucaristía ,que es el sacramento de la Caridad, se convierten en su expresión concreta y en un compromiso solidario con el mundo que les rodea" 
(Exhortación apostólica de S.S. Benedicto XVI “Sacramentum Caritatis)